Soy Ana Beatriz Martínez, venezolana, Médico Cirujano Ortopédico Mi esposo, Douglas, y yo hemos compartido 18 años de vida juntos y somos padres de cinco hijos: Alvanis, Angelica, Franklin, Abraham y Gabriel. Abuelos de Justin, KJ y Anthony una nueva faceta de bendición de Dios.
Mi historia de inmigración no es espectacular, es la historia de muchos inmigrantes en diferentes países. Sin embargo, lo maravilloso radica en cómo Dios ha estado presente en cada momento de incertidumbre en mi nueva vida. Migrar a los Estados Unidos en 2017 fue un paso lleno de desafíos, pero en retrospectiva, veo claramente cómo Dios tiene un plan perfecto para mi , como ha sido su adopción como su hija a través de Cristo Jesús.
Mi fe en Dios ha sido un faro de esperanza en medio de las dificultades y las alegrías que he encontrado en este nuevo capítulo de mi vida. Mi historia es una testimonio de la gracia de Dios, cómo me guio y sostuvo en momentos de incertidumbre y cómo me ha llevado hasta este punto de gratitud y bendición.
Todo comenzó cuando mi corazón y mi vida se quebrantaron. Mi matrimonio enfrentó dificultades y uno de mis hijos cayó al borde de la depresión. En ese entonces, vivía centrada en el esfuerzo, el individualismo y el éxito en mi carrera, descuidando a mi esposo e hijos.
Cuando llegué a este país, mi vida dio un giro radical. Pasé de ser una profesional médica a realizar trabajos como limpiar y conducir, cosas que nunca imaginé que realizara. Puedes imaginar el drama que viví. Terminé buscando comida en una iglesia para sobrevivir.
Entonces, un día, mi crisis llegó a su punto máximo: casi pierdo a uno de mis hijos y mi matrimonio se desmoronó. No tenía dinero para ayudar a mi familia en Venezuela y sentía que había perdido el control de todo. Recuerdo haber hablado con el Pastor Ricardo en la iglesia, y en ese momento, me rendí a Cristo. Pedí oración y experimenté una paz inmensa, la paz de Dios.
No puedo decir que todo se solucionó de inmediato, pero con la paz de Dios, pudimos superar todo. Fue entonces cuando decidí abrir la puerta a Cristo en mi vida. Participé en tres procesos de discipulado, y luego llegó la pandemia. Durante ese tiempo, experimenté un profundo crecimiento espiritual y personal. Por la gracia de Dios, fui salvada, y mi esposo también vivió su propio proceso y aceptó a Cristo como su Señor y Salvador.
Mi historia es un testimonio de cómo Dios puede transformar las situaciones más difíciles en oportunidades para crecer en la fe y encontrar su paz.
La semilla de Extraordinarias por Gracia comenzó a germinar en mi mente en 2020. Fue durante ese tiempo que mi esposo y yo tuvimos la oportunidad de crear el programa 'Metamorfosis, transformando vidas con la Palabra de Dios', que aún se transmite por www.LatinoRadioTV.com. Fue a través de esta experiencia y el impacto del programa que la idea de Extraordinarias por Gracia tomó forma.
Inspirada por la profunda experiencia y el poder transformador que experimentamos con 'Metamorfosis', nació en mí un deseo ferviente de crear algo similar, pero enfocado en las mujeres. Vi cómo el mensaje del evangelio podía tocar vidas y llevar a la transformación, y quería compartir esa inspiración y enseñanzas con las mujeres de todas las etapas de la vida.
La mayor revelación llegó cuando acepté a Cristo como mi Señor y Salvador. En ese momento, me di cuenta de cómo me había dejado llevar por la cultura secular, alejándome cada vez más de Dios.
Esta desviación trajo consecuencias dolorosas y puso en peligro mi matrimonio y la vida de uno de mis hijos.
Mientras comenzaba en mi caminar en Cristo, me di cuenta de cómo la falta de Cristo en mi vida y en mi hogar había tenido un profundo impacto .
Comprendí la razón de mi creación y mi tarea como esposa idónea para mi esposo, así como ser una madre que muestra a sus hijos, ya mujeres y hombres, cómo Cristo puede cambiar vidas a través de sus promesas de esperanza y vida eterna.
A medida que profundicé en mi propia búsqueda de propósito y significado, la visión de crear un espacio significativo para mujeres comenzó a tomar forma. Mi corazón ardía por compartir el evangelio de Jesucristo y mostrar la importancia de nuestras vidas en el contexto de nuestras familias y comunidades.
A medida que continúes leyendo y aprovechando los recursos de esta página, espero mostrarte, por la ayuda y gracia de Dios, el papel tan importante que tenemos como mujeres de apoyar a nuestros maridos, educar a nuestros hijos en la Palabra de Dios, y confiar nuestras vidas y decisiones en Cristo. Buscar en la Palabra de Dios la Verdad que es Cristo Jesús es fundamental en nuestro caminar.
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